Brico reparación intermitente roto

En mi última salida en moto, sin saber todavía exactamente cómo, ni dónde, rompí el intermitente delantero derecho o más concretamente, el brazo que lo une a la moto.

Cuando me dí cuenta, éste ya estaba colgando y aunque la luz lucía correctamente, no era cuestión de continuar la ruta así, de modo que tuve que echar mano de la siempre socorrida y útil cinta aislante para solventar de manera temporal el indeseado infortunio sufrido.

Desgraciadamente, como consecuencia de las vibraciones y el viento, la débil reparación apenas aguantó hasta el final de la ruta, por lo que dí por asumido que tendría que comprar un nuevo intermitente.

Albert Einstein dijo, que en los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento, y tenía razón, porque es en esos momentos de necesidad, cuando surgen las mejores ideas.

Fue entonces cuando algo se encendió en mi mente, parecía como si los astros se hubieran alineado, no podía creerlo, había tenido una idea para poder reparar el intermitente de manera más efectiva, al menos hasta que pudiera comprar uno nuevo.

Ahora que ya había conseguido lo más difícil, tener una buena idea, sólo quedaba llevarla a efecto. Con el corazón acelerado, las manos temblorosas y las piernas flaqueándome, lo primero que hice fue... tomarme una lata de cerveza fresquita. Si alguna vez os veis obligados a tener que recurrir a este brico, os recomiendo no saltaros este paso tan importante.

Después de tomaros la cerveza, acordaros de no tirar la lata al cubo de la basura, y no lo digo por el tema del reciclaje y el cuidado del medio ambiente, sino porque de ella vamos a obtener el material principal para nuestra brico-reparación, el aluminio.

Antes de comenzar con las explicaciones del brico, veamos en que estado estaba el intermitente al llegar a casa.

Observando detenidamente la zona de rotura, llamó mi atención el pequeño orificio por el que pasan los cables, y fue entonces y no antes, cuando vino a mi mente la genial idea de introducir por el pequeño agujero algún elemento rígido que fortaleciese la unión antes de volver a encintar.

Haciendo un nuevo esfuerzo mental, la "bombillita" volvió a encenderse y se me vino a la mente la cerveza que acababa de tomarme, no porque quisiera tomarme otra, que también, sino porque podría utilizar el aluminio de la lata para fabricar un pequeño tubo que pudiese introducir en el agujero.

Para ello, corte una tira de 20*30 mm y la enrollé alrededor de la barra de un bolígrafo para darle la forma adecuada, aunque se puede utilizar cualquier otro objeto con forma cilíndrica (por ejemplo un destornillador).

Como recomendación, recordad que cuando trabajéis con el aluminio debéis usar guantes, con ello evitaréis cortes indeseados.

Una vez dada la forma cilíndrica deseada al trozo de aluminio, éste lo enrollamos alrededor del cable del intermitente y lo introducimos en el agujero del lado de la moto.

Introducido un extremo del "tubito" de aluminio en el lado de la moto, ahora introducimos el otro extremo en el agujero del intermitente, tal y como se observa en la imagen inferior.

Llegado a este punto, podemos dar por concluida la primera parte del brico, crear una sujeción firme y segura. Ahora sólo nos queda pegar las dos piezas. En principio la idea era usar pegamento termofusible, pero como en ese momento no tenía, he unido las dos piezas con cinta americana.

Para rematar el brico y enmascarar la reparación, encinté todo con cinta aislante negra, siendo este el resultado final ¿qué os parece?.

Os aseguro que la reparación ha sido totalmente satisfactoria y que incluso ahora el brazo es mucho más robusto que el original, así que de momento he decidido no comprar un nuevo intermitente. He aquí el resultado final, con adorno incluido.

Esto es todo. Puede que a alguno de vosotros os parezca una "chapuza" o incluso que no merezca la pena por el precio de un nuevo intermitente, pero os aseguro que en un momento de apuros, cuando os pilla en plena ruta o viaje, es la mejor solución.